Acerca de porque el otoño es triste, o porque nos ponemos triste en Otoño sobre todo en los paises donde las estaciones son tan marcadas, como es el caso de los paises que conforman Europa Central donde acabamos de disfrutar de un Verano intenso lleno de color, de alegría, de fiesta, donde parecía que nunca se acaba el día y que siempre podemos tener un plan alternativo para completar la jornada diaria.
Pero llegó el incierto y obligado Otoño, todo cambia, desde el humor de las persona, que se vuelve tan gris y frío como el mismo ambiente como tal sin saber si es causa o consecuencia, pero lo cierto es que todo cambia, lo que antes era rápido ahora nos da la sensación de que es más lento o más largo, menos tiempo para gastar al aire libre quizá y más tiempo para pensar en alternativas de planes que nos permitan más concentración.
Sin embargo no todo es malo, sobre todo hablando en beneficio de nuestro entorno directo... será que cuando los creadores de Praga se imaginaba esta ciudad en el futuro enfocaban su diseño hacia un otoño con demasiado contenido y complejo? ... Es que si visitas
República Checa, si vienes y conoces Praga en esta época del año estamos seguros que te pudiera dar la impresión, que pudieras sentir que la ciudad, que sus calles, que su arquitectura, que sus
monumentos, que todo, absolutamente TODO! Hubiese estado idealizado y concebido para disfrutar de un otoño romántico, cultural, artístico... casi novelesco!
Y si has tenido la oportunidad de disfrutarlo seguramente nos darás la razón, porque cada detalle de esta ciudad en esta época del año se transforma, cada rincón habla por si sólo y tiene historia.
El desfile de cisnes a orillas del Rio Moldava pareciera una obra organizada para un gran cuadro, los colores bien definidos que suevemente bañan los tejados de las casas del
Barrio Malá Strana cuando los miramos desde el mirador del
Castillo de Praga, adquieren matices casi salidos de la realidad, eso sin sentarnos a detallar los maravillosos contrastes de las torres que sobresalen de la
ciudad vieja, como la famosa
Torre del Reloj Astronómico, como las dos Torres de la
Iglesia de Nuestra Señora de Tyn.
El
Barrio Judio que se abre en pleno desde la plaza de la ciudad vieja por la hermosa calle Pariska de Estilo Artnovo ya sin su florecido desfile de árboles exalta de igual manera los sentidos en sus ocres tonos que deleitan.
Una época quiza hasta más silenciosa donde hasta la música clásica sube los niveles de enamoramientos y romanticismo y lo que escuchabamos dos meses atras, ahora nos suena a gloria!
La Iglesia de San Nicolas, El Clementinum, El Rudolfinum, La Casa Municipal, entre muchos otros recintos se llenan de gloria en esta temporada porque estamos seguros que nuestro sentidos en otoño son más sublimes. Una extraña sensación que nos hace sentir diferente ante el mismo espectáculo.
Aunque muchas personas también asocian esta época, el otoño con tiempo de tristeza, de melancolía, de soledad... es más bien una época donde los sentimientos se exponen más y la sensibilidad hace de las suyas, claro está que depende de como cada quien la maneje podrá sacarle provecho en todo momento.
Tiempo para estudiar, tiempo para leer, para conocer grandes bibliotecas como el
Clementinum, Asistir a conciertos, sentarse a leer en los hermosos salones de la Universidad Karolinum, tomar un cafe frente y mirar el rio moldava y el famoso Puente de Carlos IV, Asistir a esa obra de teatro que no pudiste ir en verano por tantas actividades en el exterior.
Todo esto y mucho más, hace que
Praga, la ciudad dorada se crezca en otoño para seguir ofreciendo una amplia gama de actividades que harán de tu estadia, de tus vacaciones algo que jamas olvidaras!!!!