El espectacular Reloj Astronómico de Praga, se toma “vacaciones”, por así decirlo, a partir de hoy 08/01/2018 y durante 6 ó 7 meses, será arreglado, tanto su parte mecánica como las figuras de los apóstoles, que serán restaurados, además de las otras obras que componen en su totalidad el reloj. Debido a su importancia, tanto en el campo de la ingeniería, como por ser una de las atracciones turísticas más famosas de esta ciudad, los ciudadanos y turistas echarán de menos este icono de la “Ciudad de las 100 Torres”, donde cada día podíamos comprobar la hora y la posición solar y lunar. También perderemos la posibilidad, que cada día se nos ofrece, de ver in situ a las figuras que se encuentran en el exterior: La Vanidad (el hombre del espejo), la Avaricia (el judío con su bolsa), la Lujuria (el príncipe de la mandolina) y la Muerte (el esqueleto con su reloj de arena). Toda una representación del carácter humano y sus debilidades. Cuando suenan las horas en punto (de 9 a 21), los 12 apóstoles salen de su interior, desde la izquierda se asoman, San Pablo (espada y libro en mano), Santo Tomás (y su arpón), San Judas Tadeo (y su libro en la izquierda), San Simón (y su sierra), San Bartolomé (y su libro) y San Bernabé (con su papiro), desde la derecha salen, San Pedro (y sus llaves), San Mateo (hacha), San Juan, San Andrés (cruz) y San Santiago, cuando éstos se marchan aparece el gallo aleteando y cantando (fue añadido en 1882). Como es sabido la construcción del reloj empezó allá por 1410, en 1490 se añadieron el calendario y las esculturas góticas, entre 1865-66 se añadieron los apótoles, durante la II Guerra Mundial (1945) sufrió importantes daños, ya reparados y en 1994 se realizó la última gran reparación. Por todo esto, por ser el más antiguo de Europa, por sus leyendas, sus historias, su belleza.... y muchas más cosas, esta ciudad se quedará “huérfana”, durante unos meses , de algo que, si te animas a venir o vives en Praga, no deja de sorprenderte cada vez que lo ves. Todos esperamos que después de esta puesta a punto, vuelva con mayor esplendor y durante muchos siglos más marque las horas de esta bella ciudad, como dice la canción: “...reloj que marcas las horas...”. Esperamos que a mediados de 2018 nuestro querido reloj nos muestre un sol radiante, unos apóstoles rejuvenecidos y unas estatuas y pinturas dignas de esta grandiosa ciudad.